jueves, 29 de enero de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
La semana que viene lloverá. De eso estoy seguro. La semana que viene tengo curso en Madrid y, como en otras ocasiones, lloverá. Ya lo estoy viendo. Hoy, antes de ponerse el sol he visto unos nubarrones que no me han gustado nada. Pero a pesar de las nubes, del agua, del paraguas y de lo que sea, trataré de aprovechar el tiempo.
Este curso está terminando, poco a poco, las tesinas, los proyectos, o lo que tengamos entre manos, se va haciendo para ser defendido en mayo y fin. No sé qué voy a hacer. Me gusta tanto este curso. Me gustan tanto las personas con las que lo comparto. Me gusta tanto la dimensión que ha creado en mi vocación. No sé, esto no puede terminar con una exposición, un power point, o una película.
Tendríamos que crear temas de estudio para seguir trabajando juntos y, como inspectores, recorrer toda la geografía franciscana. Mañana haré la maleta cuando regrese de FITUR donde iremos para acompañar a La Puebla en su presentación ante el mundo entero. Estoy seguro que mañana, recorriendo las comarcas españolas, en esos pequeños pabellones, me acuerde, al ver una paella, un patio andaluz, una ría gallega, unos poemas de Machado, o la Cibeles, de toda esa buena gente que, dejando sus clases y alumnos, y lo que es más importante, su familia, esposos e hijos, deciden compartir este cursillo por hacer mejor su colegio y darle calidad a la enseñanza.
La semana que viene lloverá. Pero no importa, estoy rodeado de buena gente. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

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