martes, 13 de enero de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Comenzamos… Y comienzo. Tomando algo con gente de mi pueblo me preguntaron, nos preguntaron, así de sopetón, qué era lo que habíamos pedido al año nuevo, en qué pensamos cuando nos tomábamos las uvas, por qué brindamos nada más pasar la frontera del 2009.No sé si estábamos cinco o seis personas en el corro de la tertulia; cada uno fue dando motivos y explicaciones: por la paz del mundo, mira la que han liado los judíos y palestinos; por la crisis, bueno, por tener un poco de luz en este campo económico; por la salud, el trabajo y el amor, lo de siempre y que no falte; por mis padres que ya son mayores y la salud es lo principal para ellos; por dar un hermanito a mis dos hijas. Y me llegó el turno. No fui el último, que fue el del hermanito, y que fue el que realizó la pregunta, y cuya respuesta se la tuvimos que sacar pasados silencios y ángeles en la dialecta.
Estos días. Mejor dicho, esta Navidad, he recibido un mensaje subliminal que me ha repetido una y otra vez. La Compañía de Teatro “Ágape Teatro” representó con marionetas la obra “El Mago de Oz”. No conocía la obra, ni el cuento, ni la película, y mucho menos su mensaje. Me gustó mucho. A los pocos días, en un programa de Televisión hablan del país de Oz, llenándome de una terrible curiosidad que descargo buscando en Internet. Un amigo dejó la película y lloré mucho, como llora un niño de cuarenta y tres años. Y no termino. Fui al cine con unos amigos a ver Australia, que ya hablaremos otro día de esta película. La música de fondo y muchos guiños se lanzaban hacia la película del 39 “El Mago de Oz”.
¿Qué le pido al 2009? Tengo la sensación de que el año pasado ha sido una experiencia de búsqueda y que he exigido más de la cuenta. Como la pequeña Dorotea vengo a decir que se está muy bien en casa y que a mis amigos no les pida intelectuales cerebros, ni generosos corazones, ni arrogantes voluntades. Es lo que le he pedido al Año Nuevo, que acepte a las personas tal como son. Que seáis felices en estos fríos días del 2009. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

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