domingo, 11 de enero de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Anoche le echaba en cara a una amiga la falta de gentileza al no haberme felicitado ni las navidades ni el año nuevo. La amistad, creo yo, comienza con detalles pequeños, y la educación y cortesía en estos días pasados ayudan a renovar los votos afectivos. Creo, además, que durante el año que pasó hice méritos para ganarme su confianza y más de una noche la he llamado para ver cómo estaba. Ella se defiende alegando que las personas importantes no tenemos tiempo para las pobres como ella; que nunca me falta gente alrededor, que siempre estoy enganchado al móvil, que habré recibido muchos chrismas y felicitaciones en estos días y, no, como ella que está sola.
Tal vez esa es la única verdad, que está sola, que vive sola y que no tiene a nadie. A pesar de su soledad siempre tiene a mucha gente alrededor, entre los que me tengo incluido, para hacerle la vida menos sola. Pero se equivoca al considerarme una persona importante. Puede que haya gente cerca de mí, pero me considero y me siento muchas veces solo. Mirando las llamadas recibidas en el celular en estos diez primeros días del año podría salvar tres números, de los cuales me quedaría afectivamente con uno: una invitación a comer en la plaza. El resto, bodas y más trabajos.
Eso sí, yo no estoy solo, tengo unos padres que me han dado mucho, el aprecio y cariño recibido no tendré elogios para agradecerlo. Tengo unos hermanos muy cercanos al seno familiar. Amistad creo fácilmente y amigos todavía tengo apuntados en mi agenda. Me gustaría ser mejor considerado entre mi grey, pero ese es otro cantar, soy muy mío, un poco independiente; eso no significa que no sepa trabajar en grupo.
Por eso, como llanero solitario, no soy asqueroso al recibir las palabras, muchas veces reenviadas, pero que tienen carga de cariño y de amistad. Qué pobres y desagradecidos somos si no valoramos las palabras, los gestos y el aprecio que nos tienen los demás. Ahora sí que comienza el año para mí. Feliz 2009. Comenzamos. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio

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