domingo, 18 de enero de 2009

Buenos días, Amigos.




Buenos días, Amigos.
Como si de una purificación se tratase ha desaparecido toda la lista de números de la agenda de mi móvil al cambiar de celular. Como un rito indeseado que apaga y silencia a mucha gente que allí estaban inscritos; unos por familia y amistad, otros por trabajos y negocios: también los había indeseables, pero con ellos también hay que contar en la vida.
La lista era muy larga, demasiado. Muchos números había pensados en borrar personalmente porque desconocía su identidad. Algunos los había agrupado por afinidad en grupos y secciones. Otros eran imprescindibles para no sentirme solo en este mundo. El caso es que todos, absolutamente todos se han esfumado.
No me alegro por lo ocurrido porque me fascina el hecho de recuperar aquellos que merecen la pena. Me preocupan aquellas empresas que en los próximos días he de cometer, pero por el bien de todos mas vale que ellos espabilen. Siento que vivo la soledad de emprendedor, y eso me alegra. Como me alegra que alguien me llame por teléfono aunque solo sea por recuperar su número, si viene acompañada de una invitación a tomar café mejor, porque no es buena la soledad del aislamiento. Bueno, ninguna soledad es buena, auque para ser creativos uno debe saber establecer un espacio de silencio y reflexión para aportar algo a los demás.
Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio


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