miércoles, 7 de enero de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Buenos días y Feliz Año Nuevo. El 2009 comienza con un frío de narices y el fantasma de la crisis aleteando alrededor. Dentro de unas horas comunicarán la cifra de parados en los últimos días, nada que ver con lo muertos en Gaza. De ésta pasamos, seguro. Con un poco de ropa más podemos hacer frente a este terrible frío que congela mis ideas y que está deseando terminar este saludo para meterme en sedes más calientes. De la crisis económica no sé cómo vamos a salir, eso es verdad, pero creo que no es el final del mundo, pero me imagino que con miras más abiertas y solidarias podremos hacer frente a este fantasma. Lo que no tiene solución es la guerra.
Comencé el año atragantándome en la Plaza Mayor de La Puebla de Montalbán con las uvas, pues intentaba rezar a la vez, y casi lloro de emoción por el momento histórico que vivía. Creo que la historia, en un pueblo, se hace por medio de cosas muy sencillas, y la ocasión de tomar las uvas en la Plaza y con reloj, hacían de las campanadas un momento especial. Terminé emocionado de ver la Cabalgata de los Reyes Magos retransmitida desde Madrid, y cuando terminó de leer el discurso uno de los Reyes Magos me puse a llorar. Había estado viendo la televisión con la ilusión de un niño.
Pero también lloré como un niño y como un adulto cuando nada más terminar la conexión con la Glorieta de Cibeles comenzó el telediario anunciando los niños que habían muerto en Gaza. Hace un rato acabo de escuchar que ya son más de doscientos niños los muertos en esta batalla absurda. Lo dicho, la guerra no tiene solución y las secuelas son muy malas.
Con las campanadas pedía paz. A los Reyes Magos les pedía paz. A las Rebajas les pido paz. Al mundo le pido paz. La guerra no es camino de solución, todo lo contrario crea más violencia y odio entre los humanos. Con el estómago en crisis y muerto de frío seguiré pidiendo por la paz; porque en la paz sí que creo. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

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