jueves, 29 de noviembre de 2012

Hola. ¿Cómo estás?

 
 
Hola. ¿Cómo estás? Yo creo que bien. Aunque no nos encontremos por estos caminos, que inspiraron mis palabras, sí es cierto que tenemos otras formas de saber de nosotros. Yo, que me confieso enganchado al facebook, siento nostalgia de la personalidad que me daba tener mi blog, mis blogs, y cultivarlos con mis reflexiones. Mis viajes mentales pasaban a ocupar estas páginas que parecían tener mi firma en mi propio cuaderno. Pero lo cierto es que no me siento propietario de mis palabras, pues más bien son vuestras. Si bien puede parecer que escribo para mí yo entiendo, mas bien, que escribo para vosotros con el único deseo de compartir mi experiencia para hacer la vida mejor.
 
Me gusta el facebook, me hace sentirme cercano no solo a mi familia y amigos, sino también a todas esas personas que pasan por tu vida y quieres saber un poco cómo les va. Que es una jaula de grillos no hay duda. Pero todo depende del uso que le da uno a las cosas. La educación, también en este campo, es y debe ser muy importante.  Dicen que mi facebook es un canto de una soledad mentida pues el grupo adjunto a mis amigos pronto llegaran a quinientos. Pero dónde voy yo con quinientos amigos. Aunque es bueno sentirse arropado en la vida no deja de ser verdad el canto interior de soledad que brota en la experiencia humana. Si tuviera mil creo que seguiría con la misma canción. Si tuviera cinco mil, por lo que sé, habría llegado al máximo permitido en esta red social. Es curioso. No se puede tener más de cinco mil amigos. Si no sé qué hacer con los amigos íntimos no sé que haría con una agenda tan abarrotada. Que cada uno tenga los que pueda cultivar.
 
Estoy bien. Muy bien. Creo que vivo un momento crucial en mi vida; siento como si mis constelaciones abrieran una nueva etapa en mi vida con unas posibilidades que debo de aprovechar si quiero seguir adelante en el camino de mi destino. Como muchas cosas, me gusta compartirlas en mis reflexiones porque el hecho de pensar y escribir es un bien que no sé explicar y que me hace descargar mucha energía negativa, dando más peso y valor a lo positivo. Aunque pueda parecer que es escribir por escribir, en escribir hay algo más.
 
Ese algo más me gustaría seguir compartiéndolo contigo en este blog que abrí para estar más cerca de ti. A ver si me animo más y, sin dejar la fuerte seducción del facebook, me dejo intimidad por la tentación de algo que es mío.
 
Yo estoy bien. Espero que tú también. Un abrazo y besos.

martes, 22 de mayo de 2012

jueves, 2 de febrero de 2012

¡Tú te lo pierdes!

Buenos días, Amigos.


El fin de semana estaba super liado. Tenía invitaciones para muchas cosas, incluso para salir de la ciudad. Tantas cosas que bien podrían estar repartidas entre la semana para disfrutar del acontecimiento y de los amigos, que son lo importante. Pero tampoco he tenido opción a elegir. Con ser responsable de mis cosas me bastó para pasar los días. Con hacer lo que debía ya tenía bastante.


Pero hubo un comentario que me molestó. Cuando dije a un amigo que no podía ir en vez de comprenderme, sabiendo cómo estaba, me soltó un allá tú, tú te lo pierdes, como si lo suyo fuese lo mejor. Pero ¿qué me perdí? Ya no tengo edad de buscar amistad, los amigos, en el facebook, se me pierden entre los huecos de la mano. Además, hay personas que si no son de esas que me caigan mal sí siento un cierto rechazo a su presencia. ¿Qué me perdí? Con lo feliz que fui dando mi paseo nocturno sabiendo que había tomado una cocacola y me había ido sin pagar. Un simpa, creo que se llama a esas personas tan graciosas. ¿Qué me perdí? Con lo feliz que fui en La Cotilla tomándome un café en la noche mientras unos jóvenes veían el fútbol, otros jugaban a los dardos y varias mesas estaban completas cenando. ¿Qué me perdí? Con lo que disfruté en la cena con esa persona que deseaba conocer, y lo que me reí con él.


No me perdí nada. Bueno sí, perdí un poco de tu amistad.


Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.


Guadalajara, 2 de febrero de 2012.

miércoles, 25 de enero de 2012

Remigio.

Buenos días, Amigos.


Llevo unos días, como si fuera inspector de policía, buscando la identidad de Remigio. ¿Se preguntarán quién es Remigio? No crean, yo también me pregunto quién es.


Remigio es un personaje de la literatura de un amigo con el cual estoy intrigado. No me contento con que sea un pobre desgraciado que en su vida solo ha cosechado folios y folios de escritura en las noches largas y frías del invierno, donde daba romance a sus sueños. Además de ser un muerto de hambre en su bohemio desván lleno de papeles, viejos periódicos y algún que otro libro,me imagino a Remigio como buena persona, amable y un caballero con las señoras, dicharachero con los hombres y un golfo con los muchachos. Me lo imagino apuesto. Bien duchado y con ropa limpia bien podría bajar de su huardilla, si tuviera cuartos, que esa es otra, para echar la partida con sus semejantes. Pero sin dinero, sin pesetas o sin euros, no hay partida ni folios blancos. Remigio es escritor de folios sucios o fotocopiados, que para algo vive del cuento. No es vividor, aunque le gustaría vivir mejor, por lo menos sin que le recuerden lo que debe, lo que se llevó o lo que tiene que escribir. Porque Remigio escribe, sabe escribir, y lo hace muy bien. Enamorado de su dulcinea escribe poesías en el aire mientras contempla las montañas desde su pequeña ventana o el brillo de las estrellas en la noche armoniosa de su pueblo.


Pero Remigio no es mío, que es de mi amigo. Que sea él el que con sus pinceladas dé la vida a este ilustre soñador que piensa que es un bohemio escritor en una perdida villa. Que sea él el que le eche la edad, que ponga color a su pelo, tropiezos a su andar y remilgas a sus dichos. Aunque con tanto pensar en él y darle figura a su encanto, más bien parece mío, aunque solo sea un tanto. Que viva Remigio. Pero por lo menos, ¡que viva!


Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.


Guadalajara, 25 de enero de 2012.

martes, 24 de enero de 2012

No escribas tonterías.

Buenos días, Amigos.

Esta mañana, un compañero de confianza, me ha dicho que no escriba tonterías en Internet. Solo le he dicho que en perfil de facebook todas las semanas publico el horario de misas. Si el que es de confianza me dice que no haga tonterías por lo que escribo, cuál será la opinión del resto de duques que me han escuchado.

Si alguien te pregunta, lo lógico es responder. Si la pregunta se repite llega un momento en el que la respuesta se adelanta a la formulación de la cuestión. Internet abre muchas puertas a la comunicación, al diálogo y a la información. En estas cosas, no es bueno simplificar lo humano cuando la presencia in Christi debería igualarnos a todos. Pero los caminos místicos requieren inspiración divina que nos abra al milagro para poder comulgar. Pero ya sabemos que los místicos, como aquellos simples, solo hacen lo que les da la gana. ¡Qué distinta es la realidad de la mística!

Cuando suene las campana, el que quiera, que vaya a misa. Pero es mejor saber que es lo que te vas a encontrar.

Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.

Guadalajara, 24 de enero de 2012.

sábado, 14 de enero de 2012

Algo atroz.

Buenos días, Amigos.


Son muchas las voces que pregonan el fin del mundo en este año. Por lo visto un antiguo calendario maya tiene inscrito una referencia a nuestros días como diciendo que de aquí no vamos a pasar, Nostradamus tiene varias advertencias en sus escritos que anuncian catástrofes en el 2012, y muchos videntes y brujas especulan el santoral para poner de manifiesto que esto que está ocurriendo ya es parte del fin. A esas voces no faltan religiosas que se unen con sus cánticos postrímeros.

Pero lo que me ha dejado insólito ha sido la acción de un amigo. Anoche me pidió si podía ayudarle para cargar unas cajas. El trabajo era fácil. Yo, a los pies del vehículo, solo tendría que hacer el esfuerzo de ayudarle a cargar las cajas que él iría bajando. Y así ha sido. Me ha hecho esperar más de media hora en la fría sombra esta mañana hasta que se ha presentado con una furgoneta alquilada. Como me había dicho, yo me quedaba abajo para ayudarle a cargar, mientras él bajaba las cajas. Unas cajas grandes, de una capacidad de unos ciento sesenta, que dificultaban el traslado. Si hubieran sido más pequeñas, no solo hubieran sido más manejables, sino que el esfuerzo habría sido mínimo. Pesaban mucho.


Bajó una caja y fue muy complicado arrimarla a las orillas de la furgoneta porque pesaban mucho. Mientras subía a por otra caja, decidí abrir la caja y aligerar su contenido, para poderla mover con soltura por el interior del vehículo. Me quedé asombrado cuando compruebo que la caja está llena de frascos de garbanzos. Moví la caja, la coloqué donde quería y la volví a llenar con sus frascos. A esto llega con otra caja. Repito la escena. La subimos, se va, la abro, más garbanzos. Así cuatro o cinco cajas. Luego bajaron otras cajas de la misma capacidad pero que contenían latas de sardina. Tres cajas con capacidad de ciento sesenta llenas de sadinas en escabeche. Pero no termino. Bajó una caja con botellas de aceite. La sigueinte vino con vinagre. Todo me parecía inconcebible. Hasta que después de bajar dos cajas llenas de frascos de tomate el último paquete fueron dos grandes bolsas de Ikea llenas de velas.

Sudando como estaba en la furgoneta, dada la confianza que creo profesar, le he preguntado con tono repobable que para qué quiere todo esto. A lo que me ha dicho: "Se acerca el fin del mundo y hay que estar preparado."

Vivimos tiempos difíciles y complicados, pero no creo que sean para tocar completas. Se escuchan muchas cosas, se cantan muchos misterios y se dicen muchas mentiras para engañar y especular. Pero no creo que el Fin esté tan cercano. Pero reconozco que este chico, funcionario, profesor y creyente, esté tan afectado por los cantos de sirena que escucha en todos los ámbitos de la vida social que muestran su descontento. No sé si esperará atrincherarse en su apartamento, a la luz de las velas y con el sabor de los garbanzos con tomate y sardinas en escabeche, superar esta crisis o esperar el fin del mundo. Parece que el miedo ha empezado a surtir efecto. Menos mal que me ha dicho que unos frascos de garbanzos se los iba a llevar a unas monjas que estaban muy mal. Pues que le lleve todos, se libere de sus miedos y sea un poco más feliz.

Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.

Guadalajara, 14 de enero de 2012.






miércoles, 11 de enero de 2012

La ilustre fregona.

Buenos días, Amigos.


Aunque hoy los buenos días más bien en para ellas. No quiero ser machista pero la muerte de Don Manuel Jalón, el inventor de la fregona, me ha hecho hacer una reflexión aunque solo sea en el ámbito de la limpieza. La fregona recibe muchos nombres, no todos los países de habla castellana utiliza la palabra "fregona" para llamar el conjunto o compendio de cubo con escurridor y palo con mocha de flecos absorventes.. Lamparo, trapeador, trapero, coleto, gofija, mocho o mopa.

Se llame como se llame el caso es que este invento, hay que reconocerlo, es un gran cambio y el principio donde se puede basar la liberación de la mujer. Fregar de pie es, como en la cadena evolutiva del hombre, el principio de un gran cambio. Decía una amiga que dado el primer paso no hay vuelta atrás. Hace años, muchos casi veinte, cuando fui por primera vez a Italia, me di cuenta que la fregona era un invento reciente, en el convento hostal donde nos hospedamos no fuimos capaces de encontrar una fregona para recoger el agua de las duchas. No dieron una especie de mopa-esponja con la que recogíamos el agua y con las manos estrujábamos el instrumento italiano. Un poco asqueroso. Es que en Roma no se conoce la fregona. Me imagino que, tras cincuenta años del invento, con la competencia de la Rodex y la Mery, la fregona haya entrado en todos los hogares para hacer la vida familiar, ya no me atrevo a decir la vida de las mujeres, mucho más fácil. Todo sea por la valoración de limpieza e higiene. En el fondo es un gran invento que todos valoramos y agradecemos a Don Manuel su preocupación por el trabajo femenino.


Buenos ý limpios días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.


Guadalajara, 11 de enero de 2012.