martes, 13 de enero de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
No suelo ver la televisión, pero la otra noche me llamaron la atención dos canales que tenían el mismo formato de programa. En concreto eran Telemadrid y Castilla la Mancha Televisión que en sus espacios trataban de localizar a madrileños o castellanos manchegos que se encuentran en el extranjero. El canal manchego encontró a unos ingenieros estudiando e investigando en Pekín, Beijing, como decimos tras las olimpiadas, los madrileños se movieron por Denver, Estados Unidos, Helsinki, Finlandia, y la Patagonia, Argentina-Chile. Los madrileños buscaban el frío, vivían entre el frío y hacían cara al frío.
Recuerdo que salieron unas escenas en las que unas mujeres, con botas de tacón y plataforma, caminaban como si nada por el suelo frío y congelado. Y digo que lo recuerdo porque ayer tuve la experiencia del frío en La Puebla. Yo venía de realizar unas gestiones culturales y educativas del Ayuntamiento y otras más sociales con el Centro de la Mujer cuando nada más entrar en el patio del convento siento cómo mi cuerpo, sin querer, empieza a moverse.
Soy consciente de lo resbaladizo que está el suelo y de cómo, poco a poco, mi cuerpo se está inclinando hacia atrás, de cómo empiezo a desplazarme sin voluntad propia. Es entonces cuando recuerdo a la madrileña de Helsinki que decía que el secreto para andar por la nieve helada consiste en no andar rígidamente. Pero ya es tarde, he avanzado unos metros y veo que el suelo es mi fin en unos instantes. Antes de caer miro hacia los ventanales de 3º, 4º y 5º de Primaria, cuyos alumnos me saludan cuando paso por dicho patio. Menos mal, es la hora del recreo y las clases están vacías con las puertas abiertas. Entonces ya es ineludible. Me caigo, no consigo enderezarme, mis manos, como las de Ícaro quieren remontar el vuelo pero no pueden hacer nada. Me caigo, me caigo. Me caí.
La culá fue fuerte y sonora a pesar de llevar mucha ropa de abrigo que amortiguo el golpe. Vaya caída. Y me reí. Luego se lo conté teatralizadamente y si vierais cómo se reía, cómo se hubieran reído si me ven de verdad perder los papeles del Ayuntamiento, del Centro de la Mujer, del Colegio. Hace frío en La Puebla de Montalbán. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

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