jueves, 22 de enero de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Por fin ha terminado Gran Hermano. Y digo por fin porque me había picado un poco con esta décima temporada o edición. Me engancharon algunos de los diferentes personajes que el primer día aparecieron en la puerta de esa Gran Casa. Me engancharon algunas conversaciones que se tuvieron. Y, sobre todo, me ha enganchado, como en ediciones anteriores, la forma de expulsión y la forma de ganar.
Como he pertenecido en algún concurso como miembro de un jurado he visto muchas y muy diversas formas de votar a uno sobre otro. Pero en estos concursos televisivos me sorprende la enorme maquinaria que hay detrás de las cámaras moviendo comentarios, levantando afinidades, haciendo simpáticos a unos participantes y groseros a otros. No sé si se vota la inteligencia, la belleza, la capacidad de sobrevivencia o la ganas de convivir.
Recuerdo la gran polémica que surgió cuando la primera edición iba a emitirse y hoy es enorme la fila de voluntarios que se ofrecen y muestran en los diversos casting por toda España. En el fondo cada uno de nosotros vivimos un gran hermano; somos juzgados por los demás sin ser conocidos, somos caracterizados por una hazaña, somos reconocidos por una imagen. Crea fama y échate a la siesta, es lo que siempre se ha dicho.
Lo malo es que estos jóvenes solo quieren vivir del cuento, como lo hicieron sus compañeros de ediciones anteriores, ya que les abre las puertas del gran espectáculo de la televisión donde, por su cara bonita, se convierten en modelos de pasarela, en presentadores de programas, o, lo peor de todo, en voz de cátedra en debates y tertulias. Hace unos días, la voz de una joven que estudia medicina, exigía a su padre que quitase ese programa de la televisión y viese algo más instructivo. Y le doy toda la razón. Ella, que estudia para salvar vidas y hacer que nuestro cuerpo funcione mejor, debería tener el éxito, la fama y el respaldo de una audiencia que solo mira, evasivamente y con envidia, a unos mozos moverse en una pecera. Buen fin de semana. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

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