lunes, 21 de septiembre de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Seguimos de Feria. A pesar de la lluvia, del frío, seguimos de Feria. Esta juventud no tiene límite. Veo que me hago mayor, miro hacia el cielo y al ver las nubes tan cargadas no puedo dejar de sentir un poco de pena. Son las Fiestas de Guadalajara; el recinto ferial está lleno de atracciones y lugares para comerse unos choricitos o unos churros, que el agua merma el negocio. Como digo, uno está mayor, solo pienso en el negocio.
En cambio, la veintena de peñas que tiene sus casetas propias están abarrotadas de jóvenes que solo piensan en divertirse a pesar del frío, a pesar del agua, a pesar de lo que sea. Todas las noches recorro el circuito de las castas y todas las noches me quedo asombrado de los miles de jóvenes que se congregan entorno a un nombre, a una camiseta, a una pegatina, a una caseta. Porque uno pasa de estas etiquetas y no me siento raro al pasar junto a ellos, pero cada peña puede congregar a unos trescientos jóvenes que no paran de beber en toda la noche.
Los conciertos, con grandes figuras de la música actual, y con precios muy económicos, no pueden competir con la diversión y alegría que se respira en las peñas. Y eso que cada joven debe pagar casi doscientos euros de cuota por pertenecer a unas siglas alcarreñas. Lo dicho, que uno ya es mayor y solo mira el negocio. Pero yo también me lo paso bien. Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.
Guadalajara, 19 de septiembre de 2009.

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