Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Ayer muchos no miramos al santoral porque sabíamos que era 11 de septiembre. Todos miramos al corazón. No sé Vosotros, entre mis compañeros surgió la necesidad de comunicar dónde estábamos ese día y a esa hora ocho años antes.

Todavía existe esa necesidad de recordar a esos casi tres mil muertos que fallecieron en el horrendo atentado terrorista perpetrado por los yihadistas de Al-Qaeda. Todos quedamos impresionados por aquellas imágenes. Todos quedamos afectados por aquel atentado violento y deshumano.

Lo que parecía una nueva versión de juegos violentos de ordenador eran imágenes que a conciencia se habían estudiado para que diesen la muerte al mundo y el miedo se implantara en todo el planeta. Ocho años después sigo llorando por dentro ante esta película de terror que el hombre dirige desde el odio.

Me gustaría, como dice mi amiga, Paloma, poder sonreír para dar ese primer paso hacia la paz, ese duro paso hacia la paz, tan necesaria ocho años después. El 11 de septiembre nos cambio a todos. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.
Gregorio.

Guadalajara, 12 de septiembre de 2009.