domingo, 30 de agosto de 2009

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
En estos días estoy descubriendo nuevas calles, avenidas enormes, pequeñas travesías, calles cortadas. En estos días todo es nuevo para mí. Incluso su gente, pero que al moverme a las mismas horas hace que nuestro encuentro sea rutinario en el cruzar.
Me sorprende ver rostros nuevos que parece que los conoces de otras vidas. Caras que te suenan, que te parecen, que te recuerdan. Me sorprende ver cómo hay gente en los diversos barrios por donde me muevo: gente en la Concordia, gente por el Palacio del Infantado, gente por la Niña, gente por el Fuerte de San Francisco. Gente, gente, mucha gente.
En estos días de soledad, en los que me veo sometido en mi propio camino a sentirme como extranjero, forastero y peregrino en la Alcarria, parece que mis pies son mi cabeza, y mis pasos una continua reflexión. Me doy cuenta cómo mi vida ha estado, popularmente hablando, entre festines que me han hecho sentir la novia, el difunto o el niño en los acontecimientos vividos, y que ahora he perdido. Pero, a la vez, descubro desde el anonimato, ser uno más, sentirme uno más, por cualquier calle, por cualquier parque, por cualquier lugar. Sentir con la humanidad lo que decía el poeta, de que todos somos uno.
Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.
Guadalajara, 30 de agosto de 2009.

1 comentario:

Carlos dijo...

Querido Gregorio, que pases un buen día