sábado, 29 de agosto de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Hace días, a eso de las últimas horas de la tarde, me acerque por diversas iglesias del casco antiguo de Guadalajara, con el único fin de contar los feligreses que acudían a misa. El Carmen, catorce. San Nicolás, diez. San Gines, dieciséis. Os preguntaréis por qué esa curiosidad.

Últimamente, cuando regreso de mis paseos nocturnos, me cruzo con un grupo de hombres musulmanes, procedentes de la sinagoga que está cerca de casa, y que si me pongo a contarlos superan el número de setenta. Es impresionante cruzarte con este grupo varonil de túnicas blancas y calzado fresco, donde predomina la juventud. Y como os digo, es una constante en las últimas noches. No sé si es porque están viviendo en estos días de calor el Ramadán y es costumbre reunirse a última hora de la noche para rezar juntos y tener catequesis. El caso es que si comparamos el número, por mucho que sumemos la feligresía de alrededor, nos ganan. En fin. Es una observación, un aviso para navegantes, un tirón de orejas para los púlpitos.
Cuando sepa más avisaré. Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.
Guadalajara, 29 de agosto de 2009.

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