viernes, 21 de agosto de 2009

Buenos días, Amigos.



Buenos días, Amigos.
No he perdido la costumbre de salir por la noche a andar. Es un ejercicio sano, sin complicaciones y que me sirve para adentrarme en los misterios de esta ciudad. Pero por lo que veo, y he podido comprobar a lo largo de este verano, muchas noches del fin de semana se aprovechan para hacer “Botellón”. No se priva la elegante y fina ciudad de Gijón. Más cutre, por eso de estar en bañador, pero más deseado es el de Benidorm que a la luz de la luna y en las orillas del Mar tiene un recuerdo romántico; aunque con ese calor que se le va a pedir. En mi pueblo, en Quero, también he visto cómo los jóvenes quereños, en las afueras del pueblo, por donde yo recuerdo que había ratas, con sus mejores prendas andan tirados por los suelos. Y claro, Guadalajara no iba a ser menos. Hasta en Internet, en Wikipedia tiene una voz. Pero aquí, lo que me llama la atención en lo poco que he podido observar, es que aquí el fenómeno de la botella se efectúa el jueves. Lo percibí la primera semana y lo comenté a mis compañeros. Es verdad que he visto cómo el viernes o el sábado hay, perdidos en sus parques, jóvenes con bolsas llenas de productos que compran en los Chinos. Pero el jueves se ve más. Dicen porque la mayoría pasan el fin de semana en el pueblo.
Sea como sea y cuando sea, el fenómeno del “Botellón” se ha extendido por toda España, y no solo entre los jóvenes. He visto también cuadrillas de mi quinta cómo comparten sus merenderas a altas horas de la noche. Este verano, que Uno ha salido un poco más, he comprobado que en esta etapa de nuestra vida, donde se nos habla de crisis y parece que nos da igual, por un café te clavan dos euros, por una cerveza cuatro, por una copa siete. Fue cómo encontrar un oasis económico en Benidorm localizar un pub donde el café te costaba medio euro, una pinta gigante un euro, una copa tres euros. El local acababa de ser inaugurado y buscaba clientela.
Ahora que se acerca el fin de semana y nuestros jóvenes están a punto de salir a la calle, el debate está servido, más con la gripe A asomándose en cada esquina. ¿Es bueno el “Botellón”, o debemos poner medios para controlarlo? Esta noche volveré a salir. ¿Me encontraré unos jóvenes embotellados? Seguro que sí. Y no seré capaz de decirles nada. Si por lo menos dejaran el suelo limpio.
Buenos días nos dé Díos y buen fin de semana.
Un abrazo.
Gregorio.
Guadalajara, 21 de agosto de 2009.


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