viernes, 3 de abril de 2009

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Esta noche he tenido un sueño. El sueño no era raro, soñaba que tenía amigos famosos con los que tomaba café y hablaba de cine, de libros y de viajes. Me he despertado, como recordaba el sueño lo he rumiado. En verdad en el sueño, como en la vida real, suelo hablar de esos tres temas, y de los problemas que me rodean. Con mis amigos, con los que son de confianza, esos tres temas están en el tapete, junto al café. Por unos instantes mi vida ha sido un sueño y el sueño ha sido reflejo de mi realidad.
Hace un tiempo recibí un correo de un amigo. Yo le sigo considerando como un amigo, pero reconozco que no merece ni el trato de ser conocido. Éste me escribía, rompiendo la amistad, con estos términos, quédate con tus cafés, con tus libros, con tus películas y tus viajes. Me chocaba porque el lee más que yo, ve cine más que yo, viaja más que yo; porque él tiene más posibilidades económicas que yo. Pero como decía un filósofo, era tan rico, tan rico, que solo tenía dinero.
Tengo necesidad de amigos, no quiero estar solo. Tengo ganas y necesidad de que me hagan reír, de una buena conversación, de compartir un proyecto, de hablar, entorno a un café, de libros, cine y viajes, y de lo que sea. Ya bastantes problemas tengo como para cargar con amigos problemáticos que generan disgustos y más preocupaciones. Sé que tras la semana de pasión y la semana santa llegan los días primaverales de la pascua. Espero resucitar y, aunque sea solo, saborear un café con lectura tras una proyección en un lugar indeterminado; porque más vale solo que mal acompañado. Ahora comprendo, más que en otras etapas de mi vida, que el que tiene un amigo tiene un gran tesoro, y no hace falta que sea famoso. Felices vacaciones de Semana Santa. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

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