miércoles, 10 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Me reía con una amiga que me ponía un mensaje al móvil para, dentro de la pena, levantar mi ánimo. En el mensaje venía a decir que últimamente me estaba pasando como a los cantautores, cuanto más sufren mejor cantan. Por un momento arrancó una sonrisa a la pena que siento al dejar La Puebla de Montalbán después de más de diez años.
Soy franciscano, eso significa que en mi hay algo de peregrino, de itinerante, de forastero, aunque no niegue los sentimientos que conlleva este ajetreo de maletas. No es mi primer traslado, ni será el último. Tal vez, dentro de unos años, pueda estar por estas tierras.
Qué bien se recuerdan los buenos momentos y cómo nos olvidamos de las penas. Me costó mucho meterme en la vida de este pueblo. No conocía a nadie ni nadie me presentó a nadie. Mis primeros cafés fueron en una mesa del bar, el Nogal, escribiendo cartas a mis amigos de Madrid. Tal vez, ahora que estamos en plena Feria del Libro, tendría que volver a leer aquel libro que habla de cambios, de búsqueda de la felicidad, de sentido de la vida, cuyos protagonistas son unos simples ratones que han perdido algo esencial para ellos, “Quién se ha llevado mi queso”. No es que tenga hambre, el queso me encanta, solo que en estos momentos de cambio me gustaría aumentar mi autoestima. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 10 de junio de 2009.

No hay comentarios: