martes, 26 de mayo de 2009

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Ayer no fui capaz de escribir y hoy, haciendo un poco el intento, veo que tampoco soy muy constante en unir palabras. Me siento hundido, aplastado, como una de esas botellas de agua vacía que uno aplasta para que ocupe poco espacio en el cubo de la basura, así me siento yo. Durante este mes os he ido haciendo a la idea de un posible cambio. Ya sabéis que yo soy amigo del “panta rei”, y que los cambios abren puertas insospechadas para la felicidad porque abren oportunidades y ayudan al crecimiento personal.
Pero han sido las formas y el momento los que me han dejado a fuerza de tranquilizantes y antibióticos, porque además me he quedado sin voz. Estoy mal, además no poder hablar estropea mi imagen más aún. Dicen que el tiempo pone a cada uno en su lugar, hoy solo sé que el presente no me hace justicia. Me destinan a Guadalajara y voy de mil amores porque es un cambio, un crecimiento y una gran oportunidad. Quiero comerme Guadalajara. Pero las cosas así no se hacen, se hace sufrir mucho a la gente. Intentaré que sea un buen día. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 26 de mayo de 2009.

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