jueves, 18 de diciembre de 2008

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Todavía no hemos encendido la cuarta vela del Adviento y ya se respira Navidad. En el Colegio los villancicos del Festival de Navidad envuelven las clases con dulzura. Los profesores han quedado para cenar juntos esta noche. Tras la larga evaluación esta mañana se repartirán las notas. Poco a poco, por carta, por email, por mensajes o por llamadas, estoy recibiendo felicitaciones y buenos deseos para estos días y el próximo año. ¿Cómo será el próximo año?
Tengo muchos anhelos en la vida. El año nuevo no creo que me los pueda hacer realidad, porque son aspectos de mi vida que he de asumir, aceptar y vivirlos como tal. Hay fechas que que pueden marcar un cambio en mi vida o dejarme tal como estoy. El año anterior fue desastroso, este no ha estado mal y para el próximo año, mi amigo el brujo, me ha comentado que tendré un año cuatro, osea, un año con mucho trabajo. ¡Mas! Pero si estamos en crisis.
Lo cierto es que, sin terminar el presente, ya tengo compromisos matrimoniales apuntados para el 2009; en una cata de vino me salieron dos bodas, estarían borrachos, y ayer, en una charla prematrimonial, otra pareja me ha pedido que les case. El trabajo, veo, ya está apuntado en la agenda. Espero que junto al trabajo, que no ha de faltar, la salud, el amor y la felicidad me acompañen, no solo para poder gritar: viva los novios, sino para muchas cosas más.
Me ha encantado una carta que he recibido del único maestro que todavía me vive de mi época de infancia en la que me dice, con la tristeza y la soledad de que se ha quedado solo, que diga una misa por su esposa con las palabras de los ángeles porque fue una mujer muy buena. Creo que no soy digno de celebrar dicha misa. Pediré a los ángeles que concelebren esta bella oración por este amor tan eterno. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo y buen fin de semana.

Un abrazo.

Gregorio.

No hay comentarios: