miércoles, 17 de diciembre de 2008

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Me gusta el Mensaje Navideño que se ha seleccionado para felicitar las navidades del próximo año en el Certamen de Crismas y Mensajes Navideños que el Ayuntamiento de La Puebla de Montalbán convoca todos los años. Como en otras ocasiones, mi presencia es la representación del Colegio Franciscano en dicho Certamen. Me gusta ver que cada año hay mayor participación, sobre todo en Mensajes, que es la parte que pongo más hincapié, animándoles, desde la clase de Religión, a crear, con pocas palabras, lo que les gustaría decir, en estos días de Navidad, a todos los pueblanos. Escriben, rompen lo escrito, lo vuelven a escribir, lo vuelven a romper. Tendríais que verles las caras que ponen cuando tienen que tirar a la papelera lo que les ha costado crear. Pero al final, como esfuerzo literario, escriben algo que merezca la pena.
Comentaban un miembro del Jurado que era un mensaje cañero, que iba a dar fuerte, que iba al grano. Y es verdad. El mensaje es claro, va al fundamento de la Navidad y no se queda en cuatro días. Viene a decirnos que en estos días de Navidad tenemos que ser más humildes y que este comportamiento se debería de desplazar al resto del año. Lo gracioso es que lo ha escrito una niña de lo más dulce, no creo que pretenda dar caña, sino que desde la dulzura de su personalidad, transmitir a los pueblanos el verdadero sentido de la Navidad; la humildad.
Dios se hace humilde en un Niño para que veamos en los Niños el mejor reflejo de Dios. Quien tenga niños a su alrededor sabrá perfectamente lo que estoy diciendo, pues los niños, a pesar de sus diabluras, manifiestan lo mejor del hombre; ternura, amor, felicidad, confianza, cariño, alegría… Los que no tenemos niños tendremos que sacar ese párvulo que llevamos dentro para poder acercarnos con humildad al Pesebre de Belén y rendirte. Una alumna me ha escrito una oración en un crisma para felicitarme la Navidad: Dios es Dios. Lo verás sin verlo. Lo oirás sin oírlo. Serás tocado por Él sin ser tocado. Serás reconfortado por él si tienes fe y te rindes a Él sin condiciones.
Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.


Gregorio.


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