Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.

Como muchos de vuestros correos que me enviáis podría decir esta mañana esa frase o palabra sensacionalista que viene a dar crédito a lo que hemos visto, hemos sentido o en nuestra presencia se ha comprobado que era verdad. ¡Funciona! Tendría que repetir esta expresión para mostraros lo divertido de la escena de ayer.

Casi de noche me acerqué a ver a una amiga que tenía dificultad para abrir el Buenos días de ayer. Será por el morbo que ya crea, será adicción, este correo diario, me hizo saber que me lee diariamente pero ayer no se abría el sobre cibernético. En la mesa del ordenador tenía unos muñequitos, casi miniaturas, cosidos a una bolsa. La bolsa tenía etiqueta, en ella se podía leer en español y en inglés, el nombre de los muñequitos, muñequitos quitapenas, y cómo si les cuentas tus problemas por la noche los diminutos juguetes te ayudan. Y creo que funcionaron.

A mi amiga, esa joya diminuta se la obsequiaron en FITUR, no recuerdo el país, de la cálida Centroamérica pertenecía. Yo le conté a mi amiga, delante de sus monigotes, cómo en la Feria del Turismo pude cargar con una enorme cantidad de propaganda y cómo me quedé con ganas de conseguir un colgajo, de esos que usamos para el móvil o el pendrive, de México. No sé si los muñequitos se pondrían en acción que al instante tenía mi cinta mejicana. Funcionan. Funciona. Estuve a punto de quitarle uno de esos pequeños brujos para que me ayude en mis tareas pueblanas. Pero sería algo más que robar, rompería la amistad y haría polvo esos pequeños instantes en los que estamos juntos.

Mi amiga no tiene hijos, tiene muñequitos quitapenas, que como un hada madrina ayuda con su sonrisa a ser felices los demás. Espero que los quitapenas también os ayuden a vosotros. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.