lunes, 2 de noviembre de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
De Halloween no he querido escribir nada. No solo porque no me guste, casi llego al umbral del odio con esta fiesta. Si no, más bien, que no deja espacio para nuestras tradiciones. Hay quien, para enfadarme, ha comentado que es como la fiesta de los Reyes Magos con un fin de semana para celebrarlo.
Si lo saco en mi saludo es por varios motivos que me han gustado de esa noche. En Guadalajara, a los pies de varios edificios históricos de Guadalajara, en esta noche de muerte se ha representado la obra de José Zorrilla, Don Juan Tenorio. Obra digna de ver y de aplaudir. También en Guadalajara, en la calle Mayor, varios jóvenes, vestidos y manchados de muerte, han coreografiado la música del desaparecido Michael Jackson, Thriller. No eran jóvenes que daban miedo. Eran jóvenes que invitaban a bailar.
Pero lo que más me ha gustado es la iniciativa de unos chavales de La Puebla de Montalbán que tratando de cristianizar la fiesta de Halloween, han convertido su truco-trato en pedir un donativo para ofrecer unas misas por las almas de esos seres difuntos a los que nadie lleva flores y nadie les reza. Esos seres que descansan en paz y en el olvido del campo santo y que, en muchos casos, no sabemos quienes son pues solo tienen un pequeño espacio en el cementerio, con unos puñados de tierra amontonada y una cruz como identidad. Que en este día de los Difuntos nos acordemos de nuestros seres querido, recemos por ellos, sigamos diciéndoles que les queremos mucho, que les echamos de menos. Y que la luz de una vela o la belleza de una flor nos hagan sentir su presencia en este mundo hallowidiano. Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.
Guadalajara, 2 de noviembre de 2009.

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