jueves, 26 de noviembre de 2009

Buenos días, Amigos.

El pasado martes, el día 24 de noviembre, mis padres celebraron sus Bodas de Oro Matrimoniales. Era algo que teníamos guardado en secreto; los hermanos lo íbamos preparando poco a poco por miedo a la reacción de mis padres que no son muy amantes de este tipo de acontecimientos. Pero nos ha gustado la reacción de mi madre que se ha llenado de ilusión y alegría y nos la ha contagiado a nosotros, para poder celebrar el próximo sábado 28 de noviembre una ceremonia matrimonial en la que daremos gracias por su amor, entrega y sacrificio por nosotros, sus cinco años, y ellos revivirán una larga historia de amor conyugal. Lo que mas me gusta de ellos es que son reconocidos en el pueblo como buenas personas. Muchos de mis amigos me dicen qué vaya padres que tengo, lo cual me llena de orgullo, y nos llena de orgullo a todos mis hermanos. Y, uno con más de cuarenta años, mis padres estuvieron seis sin tener familia, ha visto muchos padres y compartido muchas familias, desde la pasión de hijo y desde la objetividad personal, puedo decir muy convencido; ¡¡Vaya Padres que tengo!! Con lo cual doy gracias a ellos, a Dios, y a la vida por el don de tenerlos y poder celebrar esta fiesta tan redonda con ellos, en familia, en la intimidad. Gracias, muchas gracias. Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.
Guadalajara, 26 de noviembre de 2009.

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