viernes, 19 de noviembre de 2010

Ser una buena persona.

Buenos días, Amigos.

Me resulta difícil encontrar la foto que visto. Existe, porque la he visto. Pero se ve que no está colgada en Internet o no sé yo, que soy un inútil, buscarla. No soy deportista, aunque me gustaría serlo. Veo que se pasan buenos momentos sudando el cuerpo o compartiendo tertulia con los amigos mientras se ve un partido de fútbol. Lamentable el resultado para España el pasado amistoso frente a la Selección de Portugal. No vi el partido, últimamente solo leo la prensa deportiva mientras espero a que quede libre el periódico de la cafetería. Por eso mi opinión futbolística es más pobre que de un monaguillo hablando de asuntos eclesiásticos. Pero me gustaría hoy escribir de un futbolista, de un portero en concreto.
Mis hermanos, mis amigos, la gente en general, habla muy bien de Iker Casillas como deportista. Yo como ellos, y viendo esos resultados prácticos, también lo afirmo. Pero lo que sí digo, y con mayúsculas, es lo buena persona que tiene que ser. Y lo digo por la última foto que he visto suya. Pertenece al amistoso jugado hace unos días con Portugal. Qué vergüenza para la Campeona del Mundo. A pesar de eso, el gran Casillas, con el orgullo por los suelos, con el bochorno a las espaldas, con el sonrojo en el rostro, tiene la moral de dar su calzón a un chaval que se lo pide. Yo no entiendo de fútbol, pero el gesto de Iker Casillas, lleno de deportividad, muestra la calidad humana que tiene. Lo he visto reír, llorar, besar, ... Qué humano es este joven. Que gran ejemplo para nuestra juventud. Es lo que yo llamo: ser una buena persona.
Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.
Guadalajara, 19 de noviembre de 2010.

No hay comentarios: