martes, 10 de enero de 2012

Querido diario:

Buenos días, Amigos.


Me he llevado una inmensa alegría al encontrar un antiguo diario. Bien podría ser un libro y servir como guión para una película veraniega. Lo titulo Un verano indiferente, y en él describo los días pasados en Benidorm en las vacaciones del año 2009. Aquellas malditas vacaciones que, como muy bien expreso en el título fueron indiferentes. Me dio lo mismo estar el Gijón, en Quero o en Benidorm. Recuerdo que al año siguiente, cuando llegó el verano, deseé volver a los mismos sitios para pedirles perdón y reconciliarme conmigo mismo. La salida de La Puebla de Montalbán en semejantes circunstancias y con aquellos comentarios marcaron no solo las vacaciones sino también el verano y los distintos años que han transcurrido.


Releyéndolo ayer por encima me encuentro especialmente con mis amigos Antonio y Blanca. Pesa mucho la personalidad trucada de Blanca. Siempre, todos los veranos es ella la que marca las pautas. Pero en el verano del 2009 creo que Blanca todavía tenía un fuerte raciocinio, se daba cuenta de las cosas, de las pocas cosas, que la rodean, y tenía sus caprichos. Estos dos últimos años los problemas de salud la han deprimido más y la han callado. Por mucho que ella se empeñe en decir que el pasado es pasado, en Benidorm, por lo menos para mí, el pasado es muy presente.


Si fuera más interesante lo pasaba a limpio, lo tecleaba y lo presentaba a algún concurso o que lo publicaran. Pero, por lo que leo, es un diario, un querido diario, de terapia. Este cuaderno totalmente escrito es un grito interior de liberación. Me gustaría gritar, me gustaría insultar, me gustaría maldecir. Pero todo queda guardado en un sencillo diario donde las palabras esconden lo que no significan y dicen lo que no es posible leer. Es un buen ejemplo, pues muchas veces comento que escribir es bueno para el alma.


Lo guardaré con aquellos diarios de viajes que escribí y que en la cámara de la casa de mis padres tiene escondidos mi hermano. Un cuaderno más, inteligible para la lectura, pero cuyo contenido está lleno de experiencia, de una rica experiencia. Buenos días nos dé Dios.


Un abrazo.

Gregorio.


Guadalajara, 10 de enero de 2012.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No sé, y además ni me interesan, aquellos comentarios de los que escribes en esta entrada... Fui a la Puebla hace dos meses y te recuerdan con mucho cariño, de los vecinos de La Puebla solo escuché cosas bonitas de ti, y de tus monjitas para que decirte...no es que te quieran, ¡te adoran! Vive feliz que eres buena persona, y los comentarios tontos solo nos llegan de los envidiosos...