jueves, 10 de febrero de 2011

Quererse un poco.

Buenos días, Amigos.

He encontrado en Internet esta imagen que, aunque no va conmigo, si la veo necesaria. Yo amo muchas cosas, muchos lugares y a muchas personas. Creo que en esa sudadera podrían aparecer desde los nombres de mi familia, los de mis amigos, los de esas tierras que tan calurosamente me acogen, como la de esas cosas materiales y tan sencillas que me gustan. Pero hoy quiero tener un poco de amor propio. Necesito tener un poco de amor y de cariño hacia mi. No es cuestión de aceptarse, que remedio, solo faltaba que me llevase mal conmigo mismo. Pero el tiempo y el destino, cuando se juntan circunstancias adversas, producen un desequilibrio que es necesario corregir. Y lo mejor para curar emocional y afectivamente es quererse un poco, aceptarse tal como es y cómo vamos siendo, y admitir que ese que vemos enfrente del espejo todos los días somos nosotros; el ser mejor que conocemos.
Todos tenemos derecho a se felices, más nosotros que somos los artífices de esta manifestación de alegría; siendo capaces de reírnos de nuestro yo y con nuestro yo. Somos lo mejor del mundo, tenemos luz propia y en nuestros gestos podemos decir que este mundo merece la pena porque en él hemos encontrado nuestro puesto aquí y ahora. Quiero, por tanto, quererme un poquito. Porque si no me quiero no podré querer a los demás, ni al que está a mi lado, ni al que está lejos. Quererse un poquito es amar a los demás, porque el amor compartido es más grande, enriquecedor y no se merma, porque en él hay condimentos de infinito y de eternidad. Hoy quiero quererme tal como soy. ´
Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio
Guadalajara, 10 de febrero de 2011.

No hay comentarios: