martes, 13 de octubre de 2009

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Tengo la posibilidad de vivir de cerca los problemas de la sordera, más aún de escuchar trozos de conversación cortados en su voluntad, pero con la voluntad de corresponder en la parrafada. Os podéis imaginar las burradas que puede llegar a decir desde la buena voluntad, porque su corazón es bueno, muy bueno. Hoy mismo, alguien estaba hablando del lenguaje complicado que tienen los médicos con esas palabras que no sabemos lo que nos dicen. Pues él, al oír lo de “palabrotas”, enseguida ha intervenido riéndose escandalizado de que el médico del que estaba hablando soltara tacos con los pacientes. Y de éstas podría contar muchas. Pero se merece todo mi respeto.
Lo traigo a colación por lo importante que es escuchar, y escuchar bien. Tener la valentía de adentrarnos en las destrezas de una buena escucha hace que vayamos madurando como personas en muchos valores humanos que nos llevan al entendimiento. Una buena comunicación sin una buena escucha es un falso diálogo que debemos evitar. Escuchar es como una asignatura pendiente todos los días para poder comunicarnos con el mundo que nos rodea, para entendernos con los demás, para construir un futuro mejor. El castigo por querer ser más, por querer aparentar más, por ser más que vemos en Babel fue el desentendimiento de todos aquellos que participaron en su construcción. Hagamos lo posible por entendernos, por darnos a conocer, por comunicarnos mejor para que el diálogo sea una palabra divina que nos ayude a superar nuestras miserias. Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.
Guadalajara, 13 de octubre de 2009.

1 comentario:

Paloma dijo...

... y a veces a fuerza de escuchar y escuchar, horas y horas, a la gente que queremos, llega un momento, que incluso sobra la palabra.
En ese momento, ya son suficientes los ojos para hablar.
En ese momento la amistad y el amor hacen el trabajo....