martes, 24 de mayo de 2011

CARPE DIEM.

B

Buenos días, Amigos.

La foto tiene muchos años. A pesar del tiempo puedo identificar varios rostros entre ellos conocidos, lo cual no me hace lejano en la historia. No son los personajes de una novela que continúe la versión marchita de famoso libro El Nombre de la Rosa. Pero algo tiene sus hábitos que les hacen discípulos de Fray Guillermo, su protagonista.

Siempre que veo una foto como ésta recuerdo el susurro del profesor a sus alumnos en la película El Club de los Poetas Muertos, invitándoles a que aprovechen el tiempo. Pero recuerdo también a mi madre con una caja de latón donde guarda viejas fotografías como si fuera un tesoro. Y, la verdad, es un tesoro. Una imagen vale más que mil palabras. Gracias a esas fotos tengo el recuerdo claro de mis abuelos, la infancia de mis tios y la imagen de mis padres cuando eran mozos o cuando se casaron. Hay fotos mías y de mis hermanos cuando éramos pequeños y que, gracias a ellas, podemos comprobar que mi sobrino se parece mucho a mi hermano. Verdaderamente es un tesoro que nos ayuda a seguir siendo familia y a no dejar perder el tiempo mirando hacia adelante.

Es lo que siento al ver entre estos frailes jóvenes en una foto antigua, donde se puede ver al Padre Benjamín, el fraile que me abrió las puertas de La Puebla de Montalbán, y que, sin ser mi padrino, me ayudó a amar un pueblo, a una gente y a ser, sobre todo, un buen fraile. Hoy mi tierra y mi gente es otra, pero se quiere con el mismo cariño, porque esos frailes, como yo, estamos dispuesto a entregarnos a un Dios que nos pide en cada instante: carpe diem.


Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.


Gregorio.

Guadalajara, 24 de mayo de 2011.

1 comentario:

RaqueLuna dijo...

Según dices tu Tierra y tu Gente ahora es otra, gracias por "querernos con cariño".
Recibe el mío en un abrazo, en un beso y con un café, jaja... :)