jueves, 6 de mayo de 2010

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Mientras esperaba la llegada de una antigua amiga que trabaja desde hace muchos años en Guadalajara me tomé un café. Deliciosos, todo sea dicho. Cinco, diez, quince, veinte, la espera se hacía insoportable. Decidí leer la prensa. Sonó el teléfono y el aviso de que aún llegaría diez minutos más tarde. Sé que está tan ocupada por el cargo que tiene que el anterior café data de primeros de octubre. Había que esperar y aprovechar esa ocasión para encontrarnos.
Mientras hablaba por teléfono dos señores mayores, elegantes y educados se sentaron en la mesa continua. Se pusieron a hablar. No es que uno sea cotilla o gaspachero, pero desde que uno de ellos le preguntó a su compañero, como si de un juego lingüístico se tratara, que si sabía lo que significaba frailear la curiosidad me podía. No era cosa de frailes, como rápidamente respondió el amigo. No señor, no es cosa de frailes. Y le sacó un trozo de papel, un artículo periodístico muy doblado que tranquilamente leyó.

Como no dejaban de mencionar la palabra dichosa y ambos comentaban el resultado de la lectura. Confieso que no podía más. Mi amiga se demoraba más de lo dicho. Yo me desesperaba no sé si de la espera o de la curiosidad por el nuevo significado de lo remitente a mi profesión. La espera no tenía solución. La curiosidad sí.


Me volví y les pedí que por favor me dejaran leer el periódico. Antes escusé mi curiosidad presentándome con lo que soy. Muy gustosamente me dejaron leer el artículo del abc publicado el pasado día cuatro por Antonio García Barbeito. El escrito trataba de economía y analizaba la drástica resolución que hay que llevar en nuestro hermano país, Grecia. A primera vista, más bien parecía un artículo de jardinería pues comenta lo ocurrido con sus ficus benjamina.


Frailear es cortar las ramas del árbol desde la cruz. Antonio García dice que hay que frailear la economía griega para que se salve. Pues bien, fue agradable hablar con estas cultas personas de una palabra vieja y de ese significado nuevo y tan actual. Porque, como dice el articulista, cuando veas las barbas de tu vecino .., prepara las tuyas. Uno tiene barba, perilla, y acaba de sufrir un fraileo muy fuerte. Espero que los rayos primaverales me hagan ver que todavía me queda vida. Buenos días nos dé Dios.
Un abrazo.
Gregorio.
Guadalajara, 6 de mayo de 2010.





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