martes, 6 de diciembre de 2011

Zona WI-FI.

Buenos días, Amigos.


Uno que profesa religión tiene sus credos, unos más creíbles que otros. La vida, a lo largo de la Historia, va poniendo luz y claridad a muchas cosas que antes considerábamos un misterio. Eso sí, también la vida se va haciendo misteriosa. Es increíble la fotografía, el cine, el llamar por teléfono, mandar un fax o nuestras conexiones por medio de una red. Pero mi último misterio es la zona WI-FI.



La primera vez que lo escuché fue en una serie de televisión de humor. Creo que era "Aquí no hay quien viva". Los vecinos se aprovechaban de la conexión inalámbrica que había puesto en su hogar para no gastar Internet. Todavía no tengo muy claro el funcionamiento de estas conexiones. Estos días que he estado en La Puebla de Montalbán los frailes me han dicho que hay WIFI en toda la casa. En la cafetería donde a las doce me tomo el café tiene un cartel que dice Zona WIFI y en el parque por donde doy mis paseos también. Acostumbrado a tener cabre para la tele, para el teléfono, para Internet, llegar con mi pequeño portátil y meterme en este apasionado mundo de páginas Web no deja de sorprenderme cada día.


¡Cuantas cosas están viendo mis padres! Cerca de los ochenta años y todavía no saben cómo poner una película en el vídeo. Ya llegan tarde. Con el dvd ni se enteran. Un poco de idea están poniendo con la nueva televisión y el tdt, pues sino ni la tele van a poder ver. Si ellos miran el mundo tecnológico sorprendidos cuando recibimos una foto de mi sobrino, cuanto más, como abuelos, cuando pueden ver y hablar con su nieto que está en Madrid. La que nos espera. Yo creo que me estoy quedando atrás. No sé lo que es un MP3, MP4, o MP5, ni un Ifone o una tableta. No es que no quiera, es que no tengo dinero para estar al día tecnológicamente. Me supera el entendimiento cuando veo a padres regalar a sus hijos los últimos modelos de teléfonos móviles cuando las cifras de euros oscilan por más de cien, sabiendo que en unos meses ese modelito está caducado.


La tecnología está bien. Pero habría que ponerle un freno como bien consumista. Poco a poco, dado el ambiente de crisis que nos envuelve, la utilización de los Medios Pobres ha de ir tomando conciencia en nosotros. Además de ahorrar en nuestros consumo, ver también la posibilidad de que no debemos estar a la última en toda la gama de productos tecnológicos. Tal vez podríamos empezar aprovechándonos de estas zonas comunes y gratuitas que nos ofrecen ciertos establecimientos o instituciones con sus zonas WIFI para conectarnos a Internet. ¿Se nota que lo acabo de descubrir? Buenos días nos dé Dios.


Un abrazo.

Gregorio.

Guadalajara, 6 de diciembre de 2011.









No hay comentarios: