martes, 23 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Creo que este saludo es el último de la temporada. Ha llegado el momento de empaquetar el ordenador y prepararlo para llevarlo a mi nuevo destino, Guadalajara. Sobre todo echaré de menos la ventana que tanto me ha inspirado en estos años, el cielo, el tiempo, las personas que cruzan la calle. Por otro lado llega el tiempo de vacaciones.
No sabéis cómo estoy deseando reclinar la cabeza en un hombro para descansar. Por no decir el calor que hace por las mañanas en mi habitación cuando estoy escribiendo estas líneas. Tal vez, en el Blog de Buenos días siga haciendo mis reflexiones diarias si puedo, como en el Blog de Gregorio. Pero después de tantos días empaquetando no sabéis lo cansado que estoy. Os deseo lo mejor en este tiempo de vacaciones, y yo mismo rezo deseándome lo mismo. La suerte está abrió su puerta, el destino me espera.
Decir que en Guadalajara tenéis un amigo me parece una cursilada, aunque necesario decir, aunque todos sabemos que lo que nos une de verdad es este vínculo que nos acerca tanto si damos intensidad a nuestras palabras. Gracias, Puebla. Gracias, Puebla. Gracias, Puebla. No sé decir otras palabras. Y muchas gracias a Vosotros. Os quiero. Felices Vacaciones y que tengáis una vida cargada de felicidad. Un abrazo. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo y muchos besos.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 23 de junio de 2009.

lunes, 22 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Dada mi admiración por la India, y mi gran deseo por conocerla, hay dos personajes que siempre me han llamado la atención. Por un lado, la Madre Teresa de Calcuta. Por otro, el exjesuitas, Vicente Ferrer. De ambos he leído muchas cosas, libros artículos y he tratado de no perderme los documentales sobre la gran labor que ambos han hecho en ese bello país.
La muerte de Vicente Ferrer me ha recordado la muerte, hace ya años, de la Madre Teresa de Calcuta, que para muchos fue comparada con la del pobre de Asís, una mujer que en vida era ya considerada como santa, dada su gran entrega a los demás. Un amigo me comentaba que por qué en un periódico calificaban a Vicente Ferrer como “santo” y lo escribían con comillas. Tal vez somos muy rápidos para ver la santidad de las personas en los beneficios que recibimos, que vemos o que sentimos. Pero no hay duda de la labor silenciosa de este hombre que ha abierto la mano a otras manifestaciones religiosas.
No es un hombre normal. No es un santo normal. La entrega al hombre, especialmente a los pobres y a los niños, le hacen garante de un halo especial que solo tienen los santos. Esta santidad te la da el pueblo, la gente, la masa, que no es tonta en reconocer, ni siquiera manipulable, quien es una buena persona, quien es un hombre de Dios, quien es un santo. Descanse en paz, Vicente Ferrer, pero que su espíritu viva entre todos nosotros para seguir trabajando por la erradicalización de la pobreza. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

viernes, 19 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Es insoportable dar clase en las aulas. Hace mucho calor. Menos mal que hoy se dan las vacaciones. Unas vacaciones que tienen un tinte especial, de despedida, de agradecimiento, de sentir lo que se ha vivido a lo largo del curso, y más, a lo largo de estos once años. Se me cierra una etapa que he de valorar con modestia; ni soy tan bueno como ahora todo el mundo me pinta, me dice y me canta, ni tan malo como para merecer cárcel de castigo. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio.
Agradezco a Radio Puebla el homenaje que ayer me tributaron en las ondas pueblanas. En su día me ayudaron como terapia personal y hoy siguen con las manos abiertas haciéndome sentir que soy parte de ese cuerpo de la Radio.
Agradezco a mis alumnos las inmensas muestras de cariño y apoyo en las aulas. Agradezco a los que me paran, a los que me besan, a los que me lloran, porque me muestran el aprecio que me tienen.
Agradezco las cartas y llamadas telefónicas que han querido poner de manifiesto el peso de mi trabajo avalando una forma de ser. Pero el queso se lo han llevado a la Alcarria.
Gracias a este empuje de ánimos he recobrado la ilusión por trabajar y por seguir siendo yo mismo. El 17 de mayo me sentí el ser más despreciado de este mundo. Después de un año intenso de trabajo, y de intentar hacerlo lo mejor posible, esperaba un reconocimiento, no aquellas palabras que tardaré en olvidar.
La vida continúa y quiero continuar siendo yo mismo porque me siento feliz con mi forma de ser. Me quedo con las palabras de Mohamed que, sin estar presente, y tiene más mérito, le decía a una amiga, que La Puebla pierde una gran persona. Gracias, Puebla. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 19 de junio de 2009.

miércoles, 17 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
Si hace un mes me comunicaban el nuevo destino para mi vida y caía como un bombazo en mi interior, y se notaba claramente por fuera, sí os puedo decir que en este mes no ha sido la noticia más fuerte, grave y peligrosa que he sentido. Anoche mismo, mi corazón se derretía de pena al ver a un hombre morir solo en una boca de metro italiano. Qué pena. A lo que llega el miedo humano; no solo estamos perdiendo los valores sino que vemos en los animales gestos más legales que los de las propias personas.
Hay que dejarse de mirar a uno mismo y fijarse en los demás, seguro que está peor que uno mismo y, a lo mejor, lo único que necesita es una sonrisa de confianza. La vida es muy dura y nos hace caminar con armaduras muy duras que nos proteja de todo tipo de críticas. Lo malo es que la armadura nos desfigura, tanto tiempo con ella nos desfigura y corremos el peligro de dejar de ser nosotros mismos para convertirnos en el hombre armado.
Ayer estuve con un chico mas joven que yo, de esos de armadura templaria, que hacía tiempo que quería hablar conmigo y yo me preguntaba para qué, si lo tenía todo. Al final de muchas largas fui a la cita y mi sorpresa fue mayúscula, buscaba un hombro de confianza para llorar su soledad, y eso que yo siempre lo he visto rodeado de mucha gente. Tenemos que ayudarnos. Tenemos que socorrernos. Tenemos que estar más cerca y conocernos mejor. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 18 de junio de 2009.

martes, 16 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.





Buenos días, Amigos.
Unos amigos, con el deseo de animarme y ayudarme, en estos momentos difíciles y complicados para mí, me acompañaron a Guadalajara a llevar los primeros bultos empaquetados. Como padres que son los dos, miraron mi nuevo destino como amigos que desean lo mejor para su hijo en la residencia donde va a vivir. Tal vez, la mejor expresión la tuvo el Padre Isaac cuando me comentó que en Guadalajara estamos muy felices los que vivimos aquí, aunque eso de hablar en plural de felicidad es sospechoso, pero no imposible.
Mis amigos vieron mi nueva casa, desde la que será mi celda hasta la cocina, pasando por el oratorio o por la huerta. Esa puede ser una referencia, aquí no han pasado de la puerta. Ya fuera del convento, tomando un café en la cafetería de enfrente, les comentaba que hay muchas posibilidades para estar bien en Guadalajara, solo que necesitaba purificar el veneno que han inyectado sobre mí que me hace ver este destino como un castigo más que una posibilidad de recreación. No sé si mi deseo tuvo que ver con el enorme chaparrón tormentoso y con rayos que tuvimos que atravesar a la vuelta, donde vi el dominio de mi amigo conduciendo y el deseo de estar unidos y de ayudarnos aunque la distancia y el tiempo nos separe.
Esos son amigos, en el miedo de perder la amistad surge su fortalecimiento. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 17 de junio de 2009.

Buenos días, Amigos.




Buenos días, Amigos.
Ayer fui a Madrid a entregar los Proyectos que hemos realizado en el Master de Dirección y Gestión de Colegios que a lo largo de estos tres últimos años hemos realizado en Madrid. Confieso que la entrega podría parecer una competición deportiva pues llegué con la camiseta empapada. Qué calor hizo ayer en Madrid; era insoportable estar en la calle. Pero bueno, había que entregarlo.
En esa carpeta no solo iban proyectos que ayudarán a que funcionen mejor nuestros Centros Educativos. En esa carpeta iban muchas ilusiones, muchos recuerdos, mucha nostalgia. Podría decir que el Master ha sido el colofón de una etapa. La gracia está, que al llegar a La Puebla, me encuentro con otro proyecto que no llegó a tiempo. Hoy, ya con lluvia tormentosa, lo remitiremos para que se junte con los otros. Porque la vida es un proyecto donde el hombre propone y siempre hay alguno que dispone. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 16 de junio de 2009.


domingo, 14 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
He descubierto en una papelera del Colegio una pelota de papeles. Me ha extrañado porque las mujeres de la limpieza dejan todas las papeleras vacías al terminar su jornada. La bola, llena de colores ha llamado mi atención. Qué raro, un domingo tantos papeles en una papelera de pasillo. Gaspachero que es uno, muerto de curiosidad he tomado la pelota y no para dar unas patadas. Ha sido hermoso lo que he visto. Ha sido muy bonito lo que he leído. Y si bien algún escritor llamaría mortuorias a esas palabras, vistas en folios de varios colores, el necrológico se llena de vida, de ilusión y las lágrimas se llenan de alegría:
“Grego, aunque estés lejos, no te olvidaremos”.
La verdad, no me pregunto por quién las escribió y empapeló alguna pared, me pregunto por quién las arrancó sin dejarme ver esa muestra de cariño. En fin, la vida de los adultos la hemos hecho así. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 15 de junio de 2009.

jueves, 11 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
No sería apropiado decir que fue un gesto bonito, aunque lo fue. No sé, por más vueltas que le doy creo que lo que viví ayer era algo más que emotivo. Un grupo de niños del curso de 3º de Primaria, a los cuales les he preparado este año para recibir la Primera Comunión, habían preparado una sorpresa. A eso de las cinco me llaman para que bajase a la puerta, pero uno que es culo de mal asiento, a esa hora estaba ya fuera, hablando con mi amigo Alí, que también siente que me vaya de La Puebla porque disfruta mucho hablando de las cosas de Dios conmigo.
Pues bien, ya en el convento, me encuentro a un grupo de chicos de nueve años con una tela grande donde se leía algo de “Goyo, eres el mejor” estirada por dos palos de fregona, cortando el tráfico. Una manifestación ilegal, tal vez influenciada por algún mayor, que en los días que vivo resulta muy emocionante. Niños que crees que no influyes en ellos te sorprenden con gestos reivindicativos que nunca hubieras pensado; diciendo y gritando frases llenas de cariño.
Me iré a Guadalajara y trataré de ser feliz y de hacer feliz. Pero gestos como éste manifiestas que una gran parte de mi, no se queda, se ha sembrado en esta buena tierra y espero que dé mucho fruto. Porque este pueblo se merece crecer en lo social, en los cultural y en lo económico. Ya me encargaré yo de rezar para que todos trabajen por el bien de su pueblo.
Buen fin de semana. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 12 de junio de 2009.

miércoles, 10 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Después de tantas horas empaquetando el pasado me tomé un respiro y tras más de un mes de ausencia salí a dar una vuelta por el Paseo del Colesterol. Ya me han dicho que en Guadalajara hay buenos parques para andar. Además, tal vez, no salga a andar solo pues tengo un compañero que por prescripción médica debe de caminar a ritmo pausado y por llano una hora y media. El se ríe; no sé si porque es mucho tiempo para andar o porque Guadalajara no es llano. Dentro de poco lo comprobaré.
El caso es que, después de tanto tiempo, me resultó nuevo el Paseo del Colesterol; muy verde, con mucha gente, con un bello cielo azul al principio y estrellado al final. Tampoco había mucho tráfico por lo que el paseo fue tranquilo. Para mí será un lugar emblemático, hay muchos instantes de mi vida reflejados en esas baldosas escurridizas por donde me hubiera gustado ver instalado un circuito colacao para los chavales que corren y hacen deporte. Sin mucho esfuerzo acabé sudando y es que ayer subieron considerablemente la temperatura.
Ayer, a pesar de la nostalgia, me encontraba mejor. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 11 de junio de 2009. Corpus Christi.

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Me reía con una amiga que me ponía un mensaje al móvil para, dentro de la pena, levantar mi ánimo. En el mensaje venía a decir que últimamente me estaba pasando como a los cantautores, cuanto más sufren mejor cantan. Por un momento arrancó una sonrisa a la pena que siento al dejar La Puebla de Montalbán después de más de diez años.
Soy franciscano, eso significa que en mi hay algo de peregrino, de itinerante, de forastero, aunque no niegue los sentimientos que conlleva este ajetreo de maletas. No es mi primer traslado, ni será el último. Tal vez, dentro de unos años, pueda estar por estas tierras.
Qué bien se recuerdan los buenos momentos y cómo nos olvidamos de las penas. Me costó mucho meterme en la vida de este pueblo. No conocía a nadie ni nadie me presentó a nadie. Mis primeros cafés fueron en una mesa del bar, el Nogal, escribiendo cartas a mis amigos de Madrid. Tal vez, ahora que estamos en plena Feria del Libro, tendría que volver a leer aquel libro que habla de cambios, de búsqueda de la felicidad, de sentido de la vida, cuyos protagonistas son unos simples ratones que han perdido algo esencial para ellos, “Quién se ha llevado mi queso”. No es que tenga hambre, el queso me encanta, solo que en estos momentos de cambio me gustaría aumentar mi autoestima. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 10 de junio de 2009.

jueves, 4 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.

Buenos días, Amigos.
En mi limpieza ha salido un libro, mejor dicho, un cuaderno que rellené hace unos años cuando los cuarenta se hicieron conmigo, donde recogía el testimonio bonito de unas cuarenta personas cercanas a mi. Es muy sencillo: una foto y tres preguntas que les identifique. La verdad que resulta muy entrañable por la última pregunta. Les preguntaba qué sueños tienen, qué les pedía a la vida, qué ilusiones hay. Como os digo, cuarenta personas, cuarenta sueños, cuarenta ilusiones. No son todos los que deberían están, pero en ese momento el número cuarenta era el protagonista.
Hoy, cuatro años después, creo que el número sería mayor. Seguimos siendo los mismos, se nota el paso de estos casi cuatro años. Es una pena no tener tiempo para comprobar si esas ilusiones se mantienen, pero creo que en la mayoría sí. Lástima que hace cuatro años no tuviera cámara digital ni dominara el Blog para compartir este simple, sencillo y bonito trabajo que hice el día que cumplí cuarenta años. La vida, desde entonces, me ha regalado muchos días. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 5 de junio de 2009.


miércoles, 3 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Ahora comprendo a mi amiga cuando en los cafés me dice que cuando uno está mal todo se centra en la propia persona, cuando uno está bien miramos a los demás. No es que esté bien, ni el grado de maldad no lo sé medir en el termómetro de cada día. Es más, me siento más simpático al ver tantas muestras de apoyo, de cariño, de valoración.
Yo mismo lo hago, como no he tirado muchos papeles en estos once años, estoy viendo todo lo que he hecho; ayer les llevé a las monjas diez carpetas que había preparado para su formación permanente. Me gustaría ser como Christiano Ronaldo o Kaká, no tanto por ser unos chicos guapos con buen tipo, cuanto por su aspecto de fichaje.
Me gustaría saber cuánto valgo, cómo se me reconoce y qué importancia tengo. No estoy sugiriendo recoger firmas ni nada por el estilo, que lo que se firme a mi favor puede ir contra alguien. Tampoco me gusta que llamen a Madrid para quejarse a mis superiores. La obediencia debe de ser ciega y en eso también tengo que demostrar ser un profesional, aunque me duela. En todo caso llamar a mi casa, hablar con mi madre y decirle lo que se me va a recordar. Mis padres se sentirán orgullosos de mí porque me enseñaron que la importancia de las personas se logra trabajando.
Por eso, cuando veo a esos jugadores, guapos, con buen físico, jóvenes y con esas millonarias cifras de oferta me miro a mi mismo que he dejado mi juventud y mis pelos en y por este pueblo, y como si fuera un desprecio por no saber qué hacer conmigo, me trasladan al Guadalajara las próximas temporadas en clima de observación. Si esto pasa en con algunos jugadores reconozco que es muy difícil saltar al terreno de juego y sudar la camiseta. Pero como veis, estoy mal, muy mal, todo lo centro en mi persona. Mañana será otro día. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 4 de junio de 2009.



martes, 2 de junio de 2009

Buenos días, Amigos.



Buenos días, Amigos.
Sigo con mi tristeza personal. Si bien hay barrios en La Puebla de Montalbán que no he pisado ni en mis buenos días de paseo, sí puedo afirmar que muchas calles, rincones o puertas han sido, a lo largo de este tiempo, escenario de emociones. Se me está haciendo dura la mudanza. Me gustaría despertar de esta pesadilla y comenzar la nueva vida que se me ofrece en Guadalajara.
Muchos quisieran vivir la emoción del cambio, la oportunidad de una nueva experiencia, el comenzar una nueva vida desde cero. Y si bien he tenido otros traslados este me está resultando insoportable. Ayer fue un día muy duro, pues si bien durante el día estuve controlándome las emociones explotaron a la caída de la tarde con unas personas mayores.
Además, me contaron una historia muy triste, que parece de película, y que muestra la fragilidad humana. Un hombre mucho más joven que yo, con apenas treinta y seis años, sintió cómo la vida se le iba viendo cómodamente la televisión. Tenía un niño de escasos dos años y su esposa espera dar a luz dentro de un mes o dos. Por lo visto era de esas personas que lo tenía todo en la vida, que su esfuerzo, trabajo y suerte le aseguraban una vida feliz.
Ante historias como ésta cierro los ojos para no ver mi pena y seguir la oportunidad que mi vida me continúa ofreciéndome. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 3 de junio de 2009.


Buenos días, Amigos.


Buenos días, Amigos.
Comienzo la cuenta atrás. Es algo que se nota, que se siente y que se piensa. Con el fin del curso termina una época en la que los expertos de la calle harán balance de la “era Gregorio”, porque todo se comenta, todo se sabe, y todo se dice. Y con el fin de curso se abre la puerta a una nueva experiencia a la que voy con miedo, agazapado y muy acomplejado; sin abrir la batalla por comerme a Guadalajara tengo la depresión de haberla perdido.
En el fondo me pesa mucho la vivencia pueblana, los muchos días por estas cumbres y la buena gente que hay aquí, la mucha gente buena que me ha hecho sentirme muy feliz aquí, en su tierra, haciéndome uno más. No me niego a la Obediencia, pero sí me pregunto por qué me tengo que marchar. Me siento enfermo, como esa persona que de repente le brota un tumor y se pregunta por qué a mí. Pero soy religioso y algo de brujería he aprendido de la Celestina.
Me decía una joven una frase que se ha convertido en lema optimista para hacer las maletas, llenar las cajas y tirar muchos, muchos, muchos papeles a la basura: “Donde lo hay bueno, lo hay mejor”. Con esta canción empaqueto mientras poco a poco voy haciendo balance de todas las cosas que he hecho en este pueblo: bodas, bautizos, entierros, funerales, conferencias, charlas, encuentros, etc.… Mi habitación está llena de cuadernos con notas, conferencias, homilías, clases, que a lo largo de estos once años he aprendido de este magnífico pueblo con el que, desde ahora, soy consciente de la gran deuda que acarreo por la inmensa gratitud que le profeso.
No puedo salir a tomar un café porque me atosigan, no puedo salir a la calle porque enseguida me agarran, no puedo hacer nada contra un destino que me lleva de lo bueno a lo mejor. Buenos días nos dé Dios.

Un abrazo.

Gregorio.

La Puebla de Montalbán, 2 de junio de 2009.